viernes, 20 de enero de 2023

Reseña sobre "La llave de las estrellas" en el Periódico de Aragón

 Recuerdo mi emoción al oír hablar por primera vez sefardí. Fue en un pueblecito de Israel situado al norte, tan cerca de la frontera con Líbano que se veían herrumbrosos blindados y alambradas de guerras pretéritas, arañando los soldados de los kibutzs, palmo a palmo, año a año, terreno a las aldeas chiís... Pero, por encima de cualquier otro, el hecho que me maravilló fue que una comunidad de judíos sefardíes conservase el idioma que hablaban sus antepasados cuando fueron expulsados de España. Cinco siglos después, el recuerdo sagrado de Sefarad, de las juderías, de las sinagogas de Andalucía, Castilla, Aragón (muy especialmente de la Corona de Aragón, con un alto índice de población hebrea) sigue vivo en algunas comunidades del moderno Israel.

La llave de las estrellas, de la zaragozana Marta Quintín, se inspira en aquella dramática pérdida y en el anhelo de cada judío sefardí por volver a recuperar un día la casa que fue suya en algún pueblo o ciudad española. Por eso, porque confiaban (y confían) en regresar, en recuperar, si no la propiedad de la tierra, sí al menos el reconocimiento de su memoria, se llevaban las llaves de sus hogares, legándolas de padres a hijos como un vínculo inalienable, cargado de simbolismo y esperanza. Sobre ese tema, la expulsión, el éxodo y la nostalgia, sobre la aniquilación histórica y la recuperación utópica de los judíos españoles urde Marta Quintín una trama novelesca cuyo estilo no se parece a ningún otro por su pasmosa naturalidad a la hora de tratar temas, escenas y, sobre todo, sus variados y logrados personajes.

A los ojos del lector, la novela desfilará como en una doble escalera. Por un lado, iremos bajando los peldaños del tiempo hasta llegar al Aragón del siglo XV. A la ribera del Jalón, concretamente, donde las juderías, llenas de vida, se nos describirán con lujo de detalles, el instrumental de los médicos, los usos agrícolas, las creencias religiosas o su manera de cortar la carne kosher... Por otro lado, una trama en trepidante presente nos asomará al alma de una joven mujer, actual, rebelde... pero con el alma apresada en Sefarad y, bien cerrada en su mano -hierro y piel-, una de aquellas llaves de las estrellas con las que abrir las puertas de la historia.


Por Juan Bolea

martes, 17 de enero de 2023

Club de lectura con "La llave de las estrellas"

Fue un placer compartir los intríngulis de la novela con estas lectoras que la habían paladeado con tanta dedicación y cariño. El proceso de escritura halla su culminación natural en la mirada del otro, así que mil gracias a Pepa Muñoz Escudero por hacerlo posible y acercarme a estas nuevas amigas. Os dejo aquí la grabación de este encuentro virtual tan gratificante, pero ¡ojo si no la habéis leído todavía, porque contiene spoilers a tutiplén!


https://www.youtube.com/watch?v=BJnS--lUwIE



martes, 20 de diciembre de 2022

Entrevista sobre "La llave de las estrellas" en Todo Literatura

 Marta Quintín, zaragozana del 89, es periodista de formación y escritora por vocación. Ganadora del premio Tomás Seral y Casas de relato corto, ha publicado las novelas Dime una palabraEl color de la luz y La tortuga que huía del jaguar, con la que obtuvo el premio Valencia en 2019 para autores menores de treinta años. Ahora vuelve con "La llave de las estrellas(HarperCollins Ibérica) que transcurre en su tierra aragonesa, aunque es una historia universal.

La llave de las estrellas
La llave de las estrellas

Una curiosidad inicial, ¿es Benveniste, el apellido de sus protagonistas, un apellido sefardí?

Lo es. Aparece con diferentes variantes, e incluso hay algún sefardí célebre que se apellidaba así, como el poeta Vidal Benveniste, que vivió precisamente en Zaragoza, casi en la misma época que mis protagonistas medievales.

Hablemos ahora de su interés por ese pasado de nuestro país. ¿Qué significa Sefarad para usted?

Una herencia perdida. Y me resulta conmovedor que los sefardíes le hayan plantado cara al olvido con semejante tenacidad. Que hayan añorado con esa perseverancia una tierra que los trató tan injustamente, y que conservaran a lo largo de los siglos la lengua, las canciones, las romanzas, la gastronomía… Aparte de las llaves, claro. Me parece admirable que no renunciaran a su identidad

¿Qué significado tiene la llave para los sefardíes?

Creo que fue una especie de garantía que se dieron a sí mismos de que, tarde o temprano, regresarían. Una forma de creérselo, de mantener la esperanza, una promesa. Y no solo ellos. A día de hoy, cuando la gente abandona sus casas de tantos y tan diversos lugares (Siria, Irak, seguro que ahora Ucrania) continúan llevándose las llaves consigo. De hecho, ponte en situación y verás que la pregunta inevitable es: ¿cómo no llevársela?, ¿no te la llevarías tú?

La novela transcurre en dos planos temporales. ¿Por qué la planteó así?

Era una forma de poner de relieve que la historia no cambia tanto, que algunos temas se perpetúan a través del tiempo, y que las pulsiones más humanas se conservan intactas. El desarraigo, las migraciones, tener que abandonar todo lo que amas en un momento dado, la nostalgia, la necesidad de empezar de cero, de sobreponerte cuando la vida se tuerce, los juegos del azar y de la suerte, la importancia de la amistad… Todo eso jamás pierde vigencia.

En Alpartazgo, el pueblo en el centro de su novela, hay una judería, como las de tantos pueblos y ciudades de España. ¿Las conocía?

Las conocía, pero no en profundidad. He tenido que documentarme. No obstante, la parte histórica no deja de ser un telón de fondo en el que se mueven los personajes. Lo que realmente me importa es hablar de sus emociones, de sus anhelos, de su naturaleza.

La literatura no tiene sexo

La religión es fundamental en su relato. Mejor dicho, el hecho de profesar religiones diferentes. Hay cosas que no cambian…

Me temo que son conflictos intrínsecos a la condición humana.

La llave de las estrellas es una novela de mujeres… ¿para mujeres?

En absoluto. Es para todo aquel al que le interese una historia sobre amor, amistad, pérdida, desarraigo, el papel del destino… La literatura no tiene sexo.

Zaragoza vive una eclosión literaria espectacular, de allí son o allí viven Irene Vallejo, Sergio del Molino, Daniel Gascón… ¿Qué está sucediendo?

Que los aragoneses somos testarudos, y escribir requiere de mucha terquedad.

Esta no es su primera novela, ha ganado ya algunos premios… ¿Qué supone La llave de las estrellas en su carrera?

Un paso más para consolidarme. Una oportunidad de llegar a más lectores y compartir con ellos una historia que a mí me emociona y que, por tanto, puede emocionarles también a ellos. Ojalá que así sea.